lunes, 22 de agosto de 2011

Inauguran Congreso Nacional de Sida con reclamos y protestas de organizaciones civiles



Foto: Guillermo Montalvo

Demandan terminar con desabasto de antirretrovirales
Activista llama a sociedad civil a abandonar “prácticas de exclusión, vicios y envidias irracionales”
Problemas de “percepción”, responde el titular del Censida

Mario Alberto Reyes-enviado

Acto de protesta en Tabasco.
Villahermosa, Tab, julio 27 de 2011.
En medio de protestas por el desabasto de medicamentos antirretrovirales en varios estados del país, insuficiencia
de pruebas de conteo de linfocitos y de carga viral, así como por la inexistencia en los Centros Ambulatorios para la Atención del Sida y otras Infecciones de Transmisión Sexual de fórmula láctea para los hijos de madres seropositivas, se inauguró el XII Congreso Nacional de Sida en esta ciudad.

Con largas mantas y cartulinas con leyendas como: “¡El acceso universal... un reality show!”, “¡El desabasto está out!”, “¡Veracruz sin leche!”, y “¡No más pruebas obligatorias de VIH para trabajadoras sexuales!”, activistas de diversas organizaciones civiles como Aids Healthcare Foundation, se plantaron frente y a los lados del secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos; del gobernador de la entidad, Andrés Granier Melo; y del titular del Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH/sida (Censida), José Antonio Izazola.

Los inconformes demandaron se les deje de “dar largas” y se cumpla con el abasto de antirretrovirales para quienes viven con VIH no sólo en Tabasco, sino en todo el país, pues desde 2009 este problema es común en el sector Salud, por lo que urge terminar con los “pretextos”.

Las “envidias irracionales”

Durante el acto inaugural habló Juan Jacobo Hernández, presidente de Colectivo Sol, organización pionera en México en dar respuesta al VIH/sida. Ahí, aseveró que en la actualidad la epidemia no ha dejado de crecer y tiene poca presencia en los medios de comunicación, lo que genera una percepción de que ya no es un problema.

Antes de leer su discurso, el activista advirtió que hablaría de “cosas que no nos gusta oír”, y se refirió a los “profundamente minoritarios” ejemplos de alianzas benéficas entre organizaciones civiles y autoridades gubernamentales, así como a los “vicios” que prevalecen en las relaciones de los actores encargados de dar respuesta a la epidemia.

“Estas maneras oscurecen el horizonte, obstaculizan el trabajo y abonan al disenso irracional, ejemplos sobran, pero encuentro un antimodelo que resume una prevalencia dañina del abuso verbal de unos contra otros, incluidos los gobiernos. Al toro por los cuernos… me refiero concretamente a la serie de líbelos anónimos, cobardes y difamadores contra tirios y troyanos que circulan por Internet”.

Hernández, indicó que lo anterior es una muestra palpable de que se ha tocado fondo, “de que nos hemos faltado atrozmente al respeto y que se han perdido los límites de la decencia, la ética y la tolerancia”.

Llamó a terminar con las “envidias irracionales” entre los dirigentes de organizaciones civiles y autoridades gubernamentales, quienes compiten por “enarbolar la bandera de la justicia” al momento de denunciar los crímenes de odio por homofobia.

Ante cientos de personas, el presidente de Colectivo Sol dijo que la exclusión y la descalificación son elementos adicionales que se han convertido en “una forma indeseable de relación”, para enseguida señalar la ausencia de “voces críticas e indispensables que nos faltan porque con razón o sin ella, decidieron no venir porque sintieron que serían vetados y aislados”, como Alejandro Brito, director de la organización civil Letra S; Luis Adrián Quiroz, coordinador general de Derechohabientes Viviendo con VIH/sida del IMSS; Víctor Dante, del Comité Humanitario de Esfuerzos Compartidos contra el Sida (Checcos), y Andrea González, jefa del Programa de VIH del Distrito Federal.

A la par que indicó que se trata de “compañeros de ruta de hace muchos años que tienen mucho que decir y aportar”, el activista llamó a desterrar la hipocresía y el doble discurso. “¿Dónde y cuándo perdimos la cordura, inteligencia, dignidad y decoro para debatir con racionalidad?”, preguntó.

Mismas cifras, nuevo discurso

Por su parte, el secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, aseveró que en los últimos cuatro años se triplicó el número de personas que reciben tratamiento antirretroviral, al pasar de 14 mil 447 en 2006, a 40 mil 313 en 2011, hecho que consolida la política de acceso universal.

Con cifras ya difundidas en varias ocasiones como que en México existen 48 mil personas con sida y 34 mil 976 con VIH sin haber desarrollado la enfermedad, y que la prevalencia en la población de entre 15 a 49 años de edad, es de 0.37 por ciento, lo que la convierte en una de las tasas de infección más bajas del mundo, el funcionario aseguró que la epidemia es una prioridad para el gobierno federal.

El funcionario anunció también la aprobación de Atripla, un nuevo fármaco antirretroviral que una sola dosis contiene Efavirenz, Tenofovir y Emtricitabina, mismo que permitirá un mejor apego de los pacientes a sus tratamientos.

Córdova Villalobos recordó las aportaciones hechas por Arturo Díaz Betancourt, activista fallecido en marzo pasado, a la lucha contra el VIH en México, y aseguró que la dependencia a su cargo se pronunciará para que en el caso de los crímenes de odio por homofobia cometidos en contra de Quetzalcóatl Leija, de Guerrero, Cristian Sánchez Venancio, del Distrito Federal, y de las mujeres transgénero de todo el país, se sigan todas las líneas de investigación.

Problemas de “percepción”, señala el Censida

En tanto, entrevistado por esta agencia, José Antonio Izazola, director del Censida, destacó el derecho a la libertad de expresión de los activistas, quienes dijo piden acciones que están fuera del sector Salud, como las trabajadoras sexuales quienes piden el cese de pruebas obligatorias de detección de VIH.

“El sector salud no es el enemigo a vencer, se trata de un acto administrativo plasmado en legislaciones municipales, por lo que estamos trabajando con el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación y la Comisión Nacional de Derechos Humanos, no es una decisión de la Secretaría de Salud”.

Sobre los reclamos de las mujeres que viven con VIH y con quienes se reunió el domingo pasado, Izazola Licea, dijo estar de acuerdo con ellas en que no son ciudadanas de segunda, “lo que me llama la atención es que es una demanda diferente a la anterior, no hay violación de derechos”.

El director del Censida aseveró que por primera vez en muchos años se igualó el porcentaje de gasto preventivo para mujeres como el que tiene la epidemia, equivalente a 22 por ciento, sin contar la inversión hecha en la prevención vertical.

En torno a las denuncias de falta de exámenes de carga viral, José Antonio Izazola, calificó como “incorrecto” el argumento utilizado por los activistas referente a la inutilidad del Seguro Popular, pues el problema se deriva de que los reactivos pasan mucho tiempo en las aduanas del norte de México, por lo que cuando llegan a los institutos nacionales de salud “están echados a perder y los resultados no son los adecuados”.

Indicó que por ese motivo, han buscado que sea un laboratorio privado quien se encargue de reducir el tiempo de ese procedimiento.

“Es un retraso administrativo, no es el Seguro Popular, es una cuestión de que es una ciudad fronteriza, se tienen que pagar aduanas, y entonces está muy lejos, tarda más de 24 horas en entregar, se echan a perder las piezas”.

Respecto a las protestas, el funcionario dijo que no lo sorprendieron, pero que después de 30 años de epidemia, esperaba una relación madura, de comunicación y diálogo.

“¿Cuál es el objetivo?, ¿echar a perder un evento?, está bueno, pero no va a resultar ni a resolver nada. Para mi es más eficaz leer carteles y anotar demandas, conocía casi todas, de otras no sabía como por ejemplo, lo que decía Alejandra Gil respecto a que los municipios y la Secretaría de Salud están relacionados con la trata. Tengo que hablar con ella para saber cuál es la parte sustantiva o si es una demanda-slogan que pretende llamar la atención para poder tener dinero”.

Sobre la petición de los activistas de Veracruz de garantizar por dos años fórmula láctea para hijos de mujeres seropositivas, dijo que no es recomendable para la salud de los infantes.

“Ninguna de las demandas es responsabilidad mía, no son un indicador negativo de mi administración, la parte más complicada que es cercana a nosotros es que no hemos podido inventar un procedimiento de contrato a un laboratorio privado porque desafortunadamente por cuestiones aduanales no alcanzan a llegar (las pruebas de carga viral), esa es la que me corresponde a mi. Del Censida no dependen los municipios, ni tampoco la atención materno infantil para pagar la leche de los infantes”.

Por último, dijo que los problemas son de percepción y que se pueden resolver a través del diálogo y no mediante la interrupción.

“Lo que no es negativo es que se pueden expresar, le reto a usted a que me diga en qué otro congreso de cualquier otra patología, se permiten estas protestas, en la inmensa mayoría les cierran las puertas, los bajan y los sacan, aquí no, escuchamos lo que dicen y eso no es negativo”.

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